miércoles, 27 de febrero de 2019

Línea de Sangre


Varios hombres quitaron la bolsa de tela que cubría la cabeza de aquel hombre de tez morena y mirada llena de terror. Se encontraba atado a una silla situada en el centro de un cuarto oscuro y húmedo. Su rostro estaba lleno de moratones y heridas de diversa índole, así como el resto de su cuerpo, que mostraba el resultado de un interminable castigo.

El señor Costello, no pensaba consentir semejante falta de respeto de ninguno de sus trabajadores. Sin opción de que emitiera palabra alguna, alzó su beretta y la apoyó sobre la frente del hombre maniatado. Ante la atenta mirada de Angelo, su hijo de seis años, efectuó un disparo seco que hizo saltar sangre y masa encefálica por toda la estancia. El pequeño esbozó una terrible sonrisa al contemplar el cuerpo sin vida.

Unos días más tarde

Esbozando una sonrisa inquietante, se apresuró a esconder el cuchillo ensangrentado. Entre sus peluches y muñecos estaría a buen recaudo.

    • ¿Estás listo hijo? - preguntó la madre que entró en su cuarto en aquel momento – Es hora de ir al entierro de tu padre.
    • Voy mama – contestó Angelo cambiando su semblante por uno más triste.