lunes, 17 de junio de 2019

El Renacer


Había sido arrancada de los brazos de sus padres hacía mucho tiempo. La habían arrojado en aquel agujero y desde entonces solo había contemplado la absoluta oscuridad.

Perdida toda esperanza, en un descuido de sus captores, había logrado terminar con ellos con increíble rapidez. Con gran celeridad, atravesó el pasillo que conducía hacia la calle. Cuando salió al exterior, el sol abrasador la hizo frenar en seco. Desconcertada, su cuerpo comenzó a echar humo y a sufrir un dolor insoportable. Regresó de inmediato al interior de la casa. Horrorizada, contempló en el espejo de la entrada que no se reflejaba.